Después de los atentados del 13 de noviembre se decretó estado de emergencia por tres meses en todo el territorio francés. Sin embargo, esta medida se vive de una manera bastante distinta a la que cualquiera se podría imaginar. Básicamente, pareciera que no existe.

Ahora que ha llegado la COP 21,el gobierno se han prohibido todas las manifestaciones públicas, en especial las previstas para el 29 de noviembre y el 12 de diciembre, las protestas en redes sociales y medios de comunicación por supuesto ya se hacen sentir.

Violación del derecho de expresión y manifestación

Para algunos esta prohibición implica la violación de su derecho de expresión y los atentados han sido hábilmente utilizados por los políticos para callar la voz de los  ciudadanos franceses. Por ejemplo:

"(...) pero aquellos que abandonan rápidamente una libertad fundamental para obtener temporalmente un poco de seguridad, no merecen ni la libertad ni la seguridad, decía Benjamín Franklin"

En la radio, muchas de las discusiones se enfocan en este tema. ¿Se debe o no prohibir las manifestaciones públicas de la COP21 por el estado de emergencia? La respuesta parecería evidente, pero en Francia el derecho de expresión y manifestación es casi tan sagrado como la vida misma.

Aquí, otro ejemplo:

"¿Qué  sería de Francia sin sus museos, sin sus terrazas, sin sus conciertos, sin sus concursos deportivos?", dijo François Hollande en una reunión de alcaldes de Francia, cinco días después de los atentados de Saint Denis y de París. ¿Y sin sus manifestantes? le preguntan los militantes de la defensa del medioambiente (...)

A pesar de la prohibición, algunas organizaciones han llamado a realizar sus manifestaciones a como dé lugar. Por ejemplo, en Change.org los más resistentes piden "enfrentarse al estado de emergencia" y encontrarse como estaba previsto inicialmente el domingo 29 de noviembre, en la Plaza de la República para manifestarse.

"Si existe algo parecido a un valor francés, es el de haber rechazado al menos hace dos siglos, que el Ejército y la Policía se apoderen de las calles" (...) Nosotros no aceptamos que el gobierno manipule el miedo para impedir que nos manifestemos"

Medidas en concreto

Tal vez se podría inferir que los ciudadanos de Francia se sienten seguros y dudan que atentados similares puedan repetirse. En todo el perímetro de París, la presencia policial y militar es bastante fuerte aunque eso ha ocasionado una evidente diferencia con la periferia de la ciudad, pero ese es otro tema.

Once mil policías y militares serán movilizados a partir del lunes 30 de noviembre hasta el 13 de diciembre, en los alrededores de la COP21. En las fronteras de Francia, habrá 8 mil guardias cuidando la entrada y salida de todos los visitantes. Además, en la misma sede de la COP21 habrá 2 mil 800 guardias extras por si algún evento extraño llegara a ocurrir.

En París, 800 policías estarán facultados para interrumpir o modificar el tránsito según las necesidades. Además, ya se han identificado 43 puntos claves que serán vigilados 24 horas, se trata de los lugares donde se alojarán los jefes de Estados y sus delegaciones. 

Si llegan a París entre el 29 y 30 de noviembre, observarán una gran cantidad de policías y militares dispuestos en los aeropuertos para garantizar la llegada y bienestar de los visitantes.

Si hay algo de lo que no deben dudar es que Francia estará más que resguardada estas dos semanas.