Sin duda esta debe haber sido una de las semanas más enredadas para Juan Luis Cipriani, el sacerdote con mayor exposición política de las últimas décadas. Desde hace unas semanas en su espacio radial que le ofrece RPP, el cardenal insiste en ser el centro de la discusión política.

Primero comenzó diciendo que las mujeres se ponen en un escaparate, luego dijo que habían ministras respondonas, luego cuestionó las decisiones sobre la distribución gratuita del anticonceptivo oral de emergencia (AOE) y, por si fuera poco, pidió un referéndum por la unión civil. Temas importantes en el que no ha logrado verdadero apoyo ni del gobierno ni de los medios de comunicación.

“Señor, en menos de un mes estamos contemplando que se destruye la familia, la vida, el matrimonio, la fe”, dijo Cipriani en una misa en la que hacía un balance de la respuesta que ha obtenido frente a estos temas.

Porque como recordaremos, distintos miembros del gobierno, incluyendo el presidente Pedro Pablo Kuczinski, le respondieron públicamente. Ante esta ola de cuestionamientos, Juan Luis Cipriani aprovechó la misa por el 365 aniversario de la Hermandad del Señor de los Milagros para expresar su frustración y dijo:

“Hay un atrevimiento y una insolencia con Dios, con la fe católica y con el pueblo de Dios en el Perú, jamás visto”.

Según el diario Expreso, Cipriani también calificó de “serpientes” a los que lo insultan por pedir un referéndum por el caso de la píldora del día siguiente y la unión civil.

Los traidores que gobiernan

Y seguramente en lo que fue una indirecta contra la ministra de la Justicia y Derechos Humanos, Marisol Pérez Tello, quien siempre ha sido abiertamente católica, pero que se manifestó contra la propuesta del reférendum, Cipriani criticó las “traiciones” de ciertos católicos que nos “gobiernan”.

“No es un problema del Cardenal, pero algunos de los que nos conducen se dicen católicos. No se puede decir yo soy católico y traicionar. Es un enorme dolor ver cómo engañan de una manera llamativa”.

Aunque este mensaje también podría estar dirigido contra el presidente Kuzcinski porque él se reunió personalmente con Cipriani luego de ganar las elecciones. Un acto que parecía respaldar las posturas conservadoras del Cardenal pero que hasta el momento no parecen contar un apoyo real.