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ambos promueven políticas medioambientales peligrosas para el planeta. foto: washington post.com

Justin Trudeau se parece tanto a Donald Trump en políticas ambientales

El Primer Ministro de Canadá y el Presidente de Estados Unidos promueven el uso de combustibles fósiles, lo que será una catástrofe para el planeta.

Publicado: 2017-06-22

Lo dijo hace poco de forma directa un columnista de The Guardian: “Dejen de emocionarse con Justin Trudeau. El hombre es un desastre para el planeta”. Y a inicios de marzo en este blog también insistimos en la idea de que el primer ministro de Canadá sigue promoviendo y permitiendo la contaminación de empresas mineras en toda Latinoamérica. 

Sin embargo, algo peor pasó. Hace unos días Trudeau aceptó aumentar la extracción de arenas petrolíferas, lo que significará un incremento del 53% de la industria petrolera para el año 2030, según las estimaciones de las empresas petroleras canadienses. Una decisión que es considerada como fatal por los ambientalistas porque dicha extracción pone en riesgo los bosques boreales de Canadá y promueve el uso de combustibles fósiles.

los bosques boreales serán los primeros en ser dañados gracias a la política de Trudeau. foto: greenpeace

De la misma forma en la que se criticó a Donald Trump por sacar a Estados Unidos del Acuerdo de París, los ambientalistas consideran que no sirve de nada si Justin Trudeau mantiene a Canadá en el acuerdo pero no se compromete a disminuir la producción y el uso de los combustibles fósiles, como las arenas petrolíferas.

Hasta el momento, Canadá está ubicado como el quinto productor mundial de petróleo (detrás de Estados Unidos, Arabia Saudita, Rusia y China). Sin embargo, luego de la decisión de Trudeau, su país podría llegar al tercer lugar al explotar las arenas petrolíferas.

“La minería de arenas bituminosas en Alberta tiene varias consecuencias negativas para el planeta: contribución al aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero, muy de impacto a largo plazo sobre los ecosistemas - en particular, la destrucción del bosque boreal - y una fuerte contaminación del aire, agua y suelo”, resume la periodista Jeannne Pouget.

Pero esta no es una excepción en la política ambiental de Justin Trudeau o un cambio de sus ideas. Al contrario desde tiempo ha respaldado públicamente la ampliación de proyectos que utilicen combustibles fósiles con el mismo argumento de Donald Trump: se necesitan crear más puestos de trabajo.

Más cercano a Donald Trump que a Barack Obama

la industria petrolera de canadá es una de las más fuertes del mundo. foto: canadaoil.com

Ya en enero de este año Trudeau había felicitado la iniciativa de Donald Trump de reactivar los proyectos de oleoductos Keystone XL y Dakota Access, ambos fueron vetados por años por Barack Obama porque supondrían atravesar espacios naturales protegidos.

“Trudeau ha apoyado el oleoducto Keystone XL, este martes, en una rueda de prensa en la ciudad de Calgary, en la región de Alberta, justo en la misma zona por donde pasará el oleoducto”, informa el reporte de El País.

Además, en el artículo ya mencionado de The Guardian, se recuerda que Trudeau suele ser ovacionado por la industria petrolera de su país porque ha afirmado en reiteradas ocasiones que su país no dejará pasar la ocasión de explotar 173 billones de barriles de petróleo que se encuentra en Canadá.

“Así que vamos a hacer algunos cálculos. Si Canadá desentierra el petróleo y lo vende a la gente para que lo queme, se va a producir, según los genios de las matemáticas en Oil Change International, el 30% del carbono necesario para llevarnos más allá del objetivo de que el planeta no sobrepase el 1.5° C de temperatura, acuerdo que Canadá ayudó a establecer en París”.

Es decir, ¿de qué sirve firmar el acuerdo si al final un país no va a respetarlo? Cierto, el Acuerdo de París no es vinculante. Pero que uno de los países que firmaron dicho acuerdo produzca más contaminación es igual de grave que salirse del acuerdo. Y a diferencia de Donald Trump, el primer ministro de Canadá no enfrenta una crítica internacional que le haga frente, y eso es también peligroso.


Escrito por

Dánae Rivadeneyra

Periodista clásica. Leo, investigo, escribo y, como no puede ser de otra manera, me involucro. Ahora en París, ayer en Lima.


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