Durante algunos meses intenté usar mi bicicleta como medio de transporte. Diez kilómetros de ida y diez de vuelta eran atractivos. No renegaba con los cobradores, no tenía que escuchar la música a todo volumen de los micros y quemaba buena cantidad de calorías. Todo era felicidad hasta que me atropellaron. Lima, por más que uno se esfuerce, no es una ciudad pensada en ciclistas ni en un transporte diferente de los micros y los taxis.

Sin embargo y pese a las deficiencias más que evidentes, hoy en San Isidro y Miraflores se celebrará el día sin auto, una iniciativa municipal que busca que los ciudadanos se movilicen en bicicleta y no en auto o micro, aunque sea por un día.

En otras siete mil ciudades del mundo también se celebra este día. Por ejemplo, desde 1990 en París se consagra un día al año para mantenerse alejado de los autos. Esta vez se realizará el 27 de setiembre y está planeado que sean 5 de las zonas más turísticas de París donde los autos estén  prohibidos de ingresar. 

Sin embargo, ¿qué tiene que pasar para que al menos en la capital, Lima (no solo San Isidro, Miraflores y San Borja) el uso de bicicletas se instale como una opción efectiva a los medios de transporte tradicionales y no como una celebración de un día?

Según el informe presentado el año pasado por Lima Como Vamos, a pesar de que en el 30% de las casas limeñas existe una bicicleta, no se la considera un medio de transporte sino una forma para relajarse o hacer ejercicios. ¿Por qué?

Falta de continuación de las ciclovías

Si alguna vez han intentado usar su bicicleta como medio de transporte se deben haber topado con ciclovías interrumpidas, cortadas sin más, donde la única opción es seguir por la pista a merced de los taxis y los micros. De hecho así fue como me atropellaron en la avenida San Felipe en Jesús María.
Lima como Vamos da la cifra. 

Hasta septiembre del 2013, en Lima y Callao existían 62 rutas de ciclovías, con un total de 126.61 km. De estas, 53 rutas, que representan 110.56 km se encuentran en Lima Metropolitana. La ciclovía de mayor longitud es la de la Av. Universitaria, que pasa por los distritos de Comas, Los Olivos, San Martín, Cercado de Lima, San Miguel y Pueblo Libre y tiene 13.95 km. 

No es broma. Solo hay 126 km. de ciclovías. Existen también muchas ciclovías de menos de 1 km, lo que evidencia la ausencia de una red conectada de ciclovías en la ciudad y que algunos alcaldes las construyeron para cumplir pero no para ser utilizadas.
Lamentablemente, no se ha construido ningún nuevo kilómetro de ciclovías, a pesar de que fue una promesa de la actual gestión municipal que la red de se ampliaría en 200 k.m.

Falta de relación con otros medios de transporte

Lo ideal sería bajarse del Metropolitano o de algún micro y chapar una bici y continuar el camino. Algo así dijeron que sería cuando se puso en marcha el corredor azul y la gente se quejaba del alza del pasaje. Tampoco ha funcionado.
Por ejemplo, en el caso del Metropolitano, las estaciones con mayor demanda son Naranjal y Matellini,solo ellas cuentan con estacionamiento para bicicletas. En el caso del Metro 1 de Lima, solo las estaciones Grau, La Cultura y Jorge Chávez cuentan con estacionamientos para bicicletas, lo que no permite a la mayoría de los usuarios realizar intercambio modal

Falta de respeto al ciclista

Por algún motivo, los choferes de micros y taxis consideran al ciclista como competencia. Meten el carro, cierran y se acercan al máximo solo para asustar o, alguno que otro despistado trata de llamar la atención tocando el claxon.

Como cuando se trata de un problema integral, no es necesario que se haga énfasis únicamente el reglamento de tránsito  o en las sanciones, sino en que se diseñe una ciudad pensada en el peatón.