La inseguridad ciudadana cada vez parece sobrepasar sus propios límites y las iniciativas del tipo Chapa tu Choro no han conseguido (vaya novedad) intimidar a los delincuentes sino enervarlos, a juzgar por el comportamiento expuesto en los medio de comunicación.  

En otros países de América Latina con niveles de inseguridad tan o más altos que Perú y bajo la lógica de acabar con la delincuencia, se viene registrando una serie de asesinatos de delincuentes ya rendidos o sometidos a manos de policías.

En los últimos meses de este año 2015 en Brasil, Venezuela, El Salvador o Colombia se han denunciado casos en los que la policía o el ejército matan supuestos delincuentes, desarmados, esposados o ya sometidos.

Brasil: "Mataste a mi hijo: homicidios cometidos por la Policía Militar"

En agosto de este año, Amnistía Internacional publicó un informe en el que registró 8 466 casos de homicidios cometidos por la policía en el estado de Río de Janeiro, entre el 2005 y el 2014. De estos homicidios, 5 132 ocurrieron en la ciudad de Río de Janeiro, donde el número de homicidios perpetrados por la policía representa casi el 16 por ciento de todos los asesinatos en el año 2014.

La excusa de la policía para cometer este tipo de crímenes es decir que hubo resistencia de por medio y que la única opción era abatir a los supuestos delincuentes. Sin embargo, estas cifras son bastante llamativas: De las 220 investigaciones de homicidios policiales que se abrieron en 2011, después de cuatro años, solamente un caso terminó en cargos contra un oficial de policía. Es decir, 219 investigaciones por homicidios quedaron en la nada.

Venezuela. Cuando se cree que hay licencia para matar

Este video no necesita explicación. Dos policías inmovilizan a un detenido, lo cogen por ambos brazos, mientras que otro policía lo encañona y le dispara. 

En este video revelado por el Nuevo Herald de Miami, se ve cómo después los policías tratan de acomodar el cuerpo del hombre asesinado. Poco después, se dijo que él era parte de un grupo de cuatro delincuentes que había sido abatido. 

La pregunta obvia es: ¿Por qué tenían que asesinarlo si el detenido estaba inmovilizado y desarmado? Después del video en el que se muestra la ejecución, se ha iniciado una investigación y detuvieron a ocho policías.

Algunos, por supuesto, estuvieron a favor de la ejecución argumentando que es la única manera de acabar con la delincuencia. Sin embargo, qué sucede cuando la Policía, la institución que debería proteger a los ciudadanos tiene permiso para matar.

El Salvador: Policía ejecutó a pandillas y alteró la escena del crimen

El periódico digital El Faro reveló que en un operativo a inicios de este año, la policía asesinó un grupo de pandilleros. Según se dijo, ellos habían repelido el ataque y en el tiroteo murieron ocho pandilleros. Sin embargo, la investigación del diario determinó que había más de un indicio que orientaba hacia una ejecución sumaria. Peor aún, la policía también había asesinado a inocentes.

A raíz de la denuncia de El Faro se pidió que se abra una investigación y aunque parezca increíble, desde entonces los periodistas del diario vienen recibiendo amenazas.

No necesitamos ser adivinos para saber que si seguimos el ejemplo de estos tres países, si exigimos mano dura (con todo lo que implica) por parte de la Policía, si de alguna manera creemos que los asesinatos a delincuentes están justificados; nuestro futuro no estará muy lejos de lo que sucede en Río de Janeiro, Venezuela o El Salvador.