En un país con niveles de inseguridad crecientes y una confianza bajísima en las instituciones, hacer la promesa de 'acabar con la inseguridad ciudadana' siempre es un tema ganador desde el punto de vista político. No en vano Kenji ha decidido apoyar la campaña Chapa tu Choro, creada por otra fujimorista. Esto fue lo que dijo anoche.

Calificar de "mérito" a una iniciativa que propone el linchamiento a los delincuentes como la única solución para acabar con el problema, es una jugada temeraria pero Kenji sabe que gran parte de la población peruana está a favor de ella. De hecho, uno de los motivos por los que Ollanta fue elegido Presidente fue justamente ese:

Muchos electores creyeron que Humala —debido a su trayectoria militar— lograría ser más efectivo en la lucha contra la inseguridad. Fracasó. Recordemos que al iniciar su mandato él mismo se puso al frente del consejo de seguridad ciudadana y luego de unos meses lo abandonó.

Sin embargo, podríamos recordarle a Kenji que si la población ha perdido confianza en las instituciones fue justamente a causa de los niveles de corrupción en los que su padre, Alberto Fujimori, sumió a nuestro país. Kenji sabe que empezada la campaña electoral, todo vale. 

La inseguridad ciudadana, el caballito de batalla de los políticos

La mano dura, en un país con una democracia débil como la nuestra, se suele pedir a menudo, y los políticos lo saben. Por eso, Alan García y Alejandro Toledo dijeron, cada uno por su lado, que estaban a favor de sacar a los militares a las calles.

Alan dijo esto:

Sí creo que, de ser necesario, debe utilizarse el impacto de las FF.AA. para arrinconar a la delincuencia y hacer retroceder la inseguridad ciudadana"

Toledo dijo esto:

Te prometo que si nosotros somos gobierno, voy a sacar a las Fuerzas Armadas y Policía para matar la inseguridad ciudadana

Pero no han sido los únicos. Ántero Flores Araoz también sabe que la inseguridad ciudadana vende.

Cada candidato se esfuerza por que su mensaje sea el más violento. Alan habla de "arrinconar", Toledo de "matar" y, aparentemente, la cara de malo de Ántero debe convencer a los electores de que él es el indicado para acabar con la delincuencia.

En el país de las Maras Salvatruchas también prometen lo mismo

La tendencia en los países con niveles de violencia más altos es similar. El Salvador, en donde el mes de agosto fue calificado como el mes con mayor número de muertes violentas, 907 muertes en un solo mes, y se trata de las cifras más conservadoras. Allí, desde los años 90, en cada elección, en cada toma de mando, un nuevo Presidente ofrece acabar con la inseguridad ciudadana. No es broma.

Aunque se difícil de creer, la delincuencia, la inseguridad ciudadana se han convertido en los principales aliados de los candidatos en tiempos electorales. ¿Qué otra promesa tendría la misma potencia que aquella que asegura proteger nuestra vida y las de nuestros seres queridos? Hasta ahora los intentos para acabar con la violencia no han sido más que eso y esta ineficacia se traduce a favor de ella.