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foto: Andina

Se fue Cotillo pero los problemas de San Marcos no se solucionan con su salida

Publicado: 2016-01-04

Primera semana laborable de 2016 y la noticia más importante es el atrincheramiento y toma de la universidad de San Marcos por parte de los estudiantes que logró la salida del rector Pedro Cotillo. 

Pedro Cotillo, rector de san marcos hasta el 31 de diciembre de 2015


Cotillo se aferraba al cargo a pesar de que la nueva ley universitaria ya determinó que las funciones de todos los rectores de las universidades públicas culminaron el último día del año 2015. A pesar de ello y de la decisión de declarar inválidos los títulos universitarios firmados por los rectores que desacaten la ley, Cotillo decidió quedarse aun en perjuicio de los alumnos a los que su cargo debería proteger. Finalmente, hace unas horas y después de la toma de la universidad y de una asamblea interna se eligió a Antonia Castro Rodríguez como rectora interina.

La historia del caos en San Marcos es la historia del caos de las universidades públicas y también de la educación en el Perú pero nunca como ahora se había visto un cuadro en el que se resumiera la prepotencia y el rechazo a la autoridad como el de Cotillo en San Marcos.

La crisis en San Marcos

Cualquiera que haya estudiado en San Marcos puede dar fe de que sus problemas no empezaron con la llegada de Pedro Cotillo. San Marcos ha vivido en un estado de caos constante evidenciado por las huelgas y tomas del comedor universitario que desde los años 60 era conocido como 'muerte lenta'; por la ausencia de libros actualizados en las bibliotecas de las facultades (insumo básico para el aprendizaje); por el estado calamitoso de los servicios higiénicos, por las peleas en cada elección estudiantil, por alumnos eternos que llevaban más de diez años como estudiantes y aún así ocupaban cargos políticos; por supuesto también por malos profesores que estuvieron durante los años 90 en la época de Fujimori, salieron de sus puestos con la llegada como rector del historiador Manuel Burga y regresaron otra vez con los rectores Luis Izquierdo y Pedro Cotillo. 


Una de las preguntas eternas que uno como estudiante sanmarquino se hacía eran: ¿A dónde va el dinero que recauda la universidad si todo está hecho un desastre? La Facultad de Letras y Ciencias Humanas carece de libros actualizados y la Biblioteca Central tiene una hemeroteca incompleta por falta de recursos. 

cuadro de la biblioteca central sobre ejemplares del diario la Priimera (hoy diario Uno)


Hace poco Ojo Público hizo un ranking de los presupuestos universitarios y San Marcos es quien recibe la mayor cantidad de dinero.

El infame by-pass de Castañeda 

así luce la universidad gracias a la construcción del bypass 

El estado de la universidad para cualquier extraño que decida dar un paseo es calamitoso. Por supuesto lo que hizo Luis Castañeda como alcalde de Lima con el by pass y el apoyo del entonces rector de San Marcos Luis Fernando Izquierdo contribuyó a este caos y evidenció una vez más el poco respeto a la educación y a una institución con el peso de San Marcos. 

Imposible pensar que a algún alcalde de París se le ocurriera demoler una de las paredes de alguna universidad como La Sorbona para ampliar las pistas. Imposible pensar que las combis puedan estar encima de la educación. Imposible creer que ese mismo alcalde haya podido ser reelegido bajo el rótulo de "roba pero hace obras"

Así ha quedado la universidad después de ocho años:

paredes hechas a base de containers se han convertido en los muros de san marcos. foto: google street view

y esta era la entrada principal

Ex entrada principal. desmonte y las mismas paredes de containers. foto: google street view


Que se haya organizado una marcha de banderas del Movadef, pequeña sí pero marcha al fin y al cabo, que delincuentes puedan entrar y robar al interior de la universidad como si nada, que las fiestas de ingreso se hayan cancelado después de que la última en el 2006 acabó en pelea, no son más que pruebas de la catástrofe que se vive en las universidades públicas donde los cargos se reparten como mejor les acomoda.

La lucha de los estudiantes sanmarquinos por recuperar su universidad es loable pero hace falta un largo camino que ojalá la nueva ley universitaria pueda empezar a construir para tener una universidad pública de calidad. Este camino debe también  ser construido por el compromiso entre profesores y alumnos.




Escrito por

Dánae Rivadeneyra

Periodista clásica. Leo, investigo, escribo y, como no puede ser de otra manera, me involucro. Ahora en París, ayer en Lima.


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