Después de los atentados en Bélgica, DAECH recibe el mayor golpe de su historia pero nadie celebra
DAECH ha sido expulsado de Palmira por el ejército sirio y ruso, los han hecho correr pero ningún país celebra la noticia. La derrota de DAECH no estaba en los planes de Estados Unidos.
El domingo, el Presidente de Siria, Bashar Al Assad anunció que junto con el ejército ruso habían logrado expulsar a los terroristas de DAECH de la antigua ciudad de Palmira, tomada desde el año pasado y convertida en uno de sus principales centros de operaciones de los terroristas.
Desde luego, esta expulsión representa una victoria, sin embargo pese a ser la mayor derrota que ha recibido DAECH en los últimos tiempos y, sobre todo, en el contexto del último ataque al aeropuerto y metro de Bruselas; llama la atención que nadie haya celebrado la noticia.
DAECH ha sido expulsado de una ciudad, los han hecho correr, no les ha quedado más opción que huir, pero nada, la noticia no ha sido más que eso, una noticia.
¿Por qué nadie celebra este victoria sobre DAECH?
En un corto comunicado, Estados Unidos se pronunció ayer diciendo que era muy pronto para saber si la recuperación de Palmira tendrá un impacto en las negociaciones de paz.
Actualmente, las negociaciones en Ginebra respecto del futuro de Siria están estancadas. El mayor desacuerdo es sobre el futuro del presidente Bashar Al Assad. Sus opositores piden su renuncia para pasar de una vez al tema del gobierno de transición que, seguramente, sería elegido por Estados Unidos.
Sin embargo, con la expulsión de los terroristas de DAECH por parte del ejército sirio, es decir, de las fuerzas de Bashar Al Assad, el mérito le corresponde a él. Entonces, pedir la renuncia del Presidente que le ha dado el mayor golpe a DAECH en los últimos tiempos no parece ser el camino más popular. El silencio de Estados Unidos se entiende mejor aquí, la expulsión de DAECH de Palmira no estaba en sus planes.
Esto es lo que dice Robert Fisk, periodista especializado en las guerras de Medio Oriente sobre este silencio de Estados Unidos.
Cuando cayó Palmira, el año pasado, predijimos la caída de Bashar al Assad, pero pasamos por alto la gran pregunta del ejército sirio: ¿por qué, si los estadounidenses odiaban tanto al Isis, no bombardearon los convoyes suicidas que atacaban las líneas frontales del ejército sirio? ¿Por qué no atacaron al Isis?
Si los estadounidenses querían destruir al Isis, ¿por qué no bombardearon a sus combatientes cuando los vieron?, me preguntó un general del ejército sirio, luego de la derrota de sus soldados.
Lo que no hizo el ejército estadounidense lo hizo el ejército ruso de Vladimir Putin junto con el ejército sirio. Lo peor para Estados Unidos podría estar por venir si son nuevamente los sirios y rusos quienes logran echar de Raqqa, la capital de Siria, a DAECH. Entonces, ¿con qué pretexto se pediría el cambio de Bashar Al Assad?
Por supuesto el Presidente sirio no es el mejor de los escenarios de ninguna manera. En un informe escrito para La República, recogí testimonios de sirios en París que habían huido no solo de DAECH sino también del fuego de Bashar Al Assad.
Ahora mismo, miles de iraquíes han tenido que huir de la ciudad de Mosul que está siendo atacada para expulsar a grupo de DAECH del sur.
Escrito por
Periodista clásica. Leo, investigo, escribo y, como no puede ser de otra manera, me involucro. Ahora en París, ayer en Lima.