Este domingo elegiremos entre la derecha y la derecha. No te sientas mal, es la tendencia en Europa y América.
Los próximos cinco años del Perú estarán a cargo de un gobierno de derecha. Lo que sucede con Perú no es la excepción de lo que sucede en gran parte de América y Europa.
Tendencias. Lo que pasa en el Perú no es más que un reflejo de lo que sucede en el mundo. Los partidos de izquierda pierden cada vez más credibilidad y presencia en América y Europa. Muchos de los que empezaron como gobiernos socialistas o progresistas terminaron convirtiéndose en gobiernos conservadores o derecha. Sin ir muy lejos: Ollanta Humala. En Europa, François Hollande, presidente de Francia, se presenta como un caso similar salvando, claro, las grandes diferencias contextuales.
En Perú y América: la derecha o la derecha
Un reciente artículo de Le Monde Diplomatique ya menciona lo que sucede en Perú. En líneas generales lo describe así:
Derecha reaccionaria o derecha ultraliberal, tal vez inspirada por los intelectuales locales como Hernando de Soto?
Es verdad. Los resultados de la primera vuelta de las elecciones presidenciales han marcado una nueva etapa en el cambio hacia un modelo conservador en América Latina. Cambio que es parte de una tendencia en la mayoría de países de esta parte del continente. Después de doce años del gobierno Kirchnerista, Argentina votó por el partido conservador de Mauricio Macri. Algo similar sucedió en Bolivia donde le dijeron no a Evo Morales quien pretendía un cuarto gobierno.
La situación en Brasil es más complicada aún. Dilma Roussef fue sacada de su cargo, debido a un proceso de impeachment, destitución que en realidad fue cocinada por el Congreso. Por otro lado, en Perú la situación no pinta para nada bien. Ya el gobierno de Ollanta Humala había virado de la gran transformación a la hoja de ruta, del polo rojo al polo blanco, llegando a convertirse finalmente en un partido conservador, lejos del izquierdismo que proclamó cuando se postuló a la Presidencia.
Lo que sucede con gobiernos como el de Humala que lograron demostrar su fuerza electoral y su capacidad de adaptación, fue que al momento de llegar al poder se dieron cuenta que las leyes que proponían no dependían de su voluntad sino del consenso de la población y de la mayoría del Congreso. Así ha sucedido en Venezuela, Argentina, Bolivia, Ecuador, Nicaragua.
El resultado final es la decepción de la ciudadanía que no ve en las opciones de izquierda un cambio sustancial sino más de lo mismo.
La tendencia también se presenta en Europa
Hace poco, The New York Times hizo un informe en el que se mostraba el comportamiento electoral de los partidos de derecha en los últimos quince años. El resultado fue que cada vez más, a medida que pasa el tiempo, los partidos de derecha o ultra derecha van ganando territorio.
Las últimas elecciones en Austria tal vez sean el caso más elocuente de cómo la ultraderecha ha ganado terreno. El partido Libertad, nacionalista y anti-inmigración, fundado por antiguos nazis, estuvo a punto de ganar las elecciones en Austira. Se quedaron por un porcentaje mínimo de obtener la presidencia del país.
Francia tampoco es la excepción. Con un problema migratorio creciente, con un proyecto sobre la ley del trabajo desaprobado por la mayoría de la población, con huelgas y paralizaciones por casi todos los sectores laborales del país durante el último mes; François Hollande, del partido socialista, tiene uno de los mayores porcentajes de desaprobación. Como respuesta a estos problemas, el partido derechista, el Frente Nacional de Marie Le Pen, va ganando territorio.
Aquí está la lista de otros países de Europa donde los partidos derechistas se han ido acomodando lo suficientemente bien para tener una voz importante a la hora de la toma de decisiones. Ahora nosotros también seremos parte de estas estadísticas, este domingo votaremos por la derecha o por la derecha.
Escrito por
Periodista clásica. Leo, investigo, escribo y, como no puede ser de otra manera, me involucro. Ahora en París, ayer en Lima.