La crisis de seguridad en Francia: hacia la permanencia de un estado de emergencia
El pueblo francés no confía más en los discursos de las autoridades. La palabra renuncia suena con más fuerza al tiempo que el gobierno opta por medidas en contra de los extranjeros. La excepción y la emergencia se convierten en lo habitual.
Cuatro días después del atentado en Niza, el pueblo francés se vuelve contra sus autoridades, contra los discursos trillados y contra un estado de emergencia que en la práctica ha tenido pobres resultados y varios atropellos.
La muestra más clara de este hartazgo se mostró ayer, durante el minuto de silencio en honor a las víctimas del atentado. Junto con la llegada del primer ministro de Francia, Manuel Valls, empezaron los silbidos y el coreo de una palabra "Démission": Renuncia.
Un estado de emergencia con pobres resultados
Este blog de un periodista de Le Monde, mostró las cifras del estado de emergencia, un mes después de haberse decretado. Así, entre el 14 de noviembre y 15 de diciembre de 2015, se ordenó el arresto domiciliario de 360 personas, se detuvo a otras 334 y 287 personas estaban en custodia. Solo en un mes, de día y de noche, se efectuaron 2700 intervenciones administrativas sin supervisión de la justicia. Como resultado de estas acciones se incautaron 431 armas, 41 de estas eran armas de guerra. De la misma manera, se abrieron 488 procedimientos judiciales, 354 de estos vinculados a la posesión ilícita de armas o de drogas. Sin embargo, y esto es lo sorprendente, al lado de todo este despliegue de fuerza, el departamento antiterrorista solo abrió DOS investigaciones preliminares. De las 2700 intervenciones realizadas en UN MES, solo DOS tenían una vinculación terrorista.
Algunos de los abusos del estado de emergencia
De un día para otro, los extranjeros se han convertido en los principales sospechosos de estar vinculados al terrorismo, sobre todo los musulmanes. Además, en medio de este estado de excepción, y de acuerdo a la ley del 3 de junio último, el hecho de visitar una o varias veces un sitio web donde se propale información yihadista será motivo para una investigación y sanción. Por supuesto esto va en contra de la libertad de información de cualquier persona y particularmente contra los investigadores y periodistas.
Aquí algunos de los abusos policiales registrados a fines de 2015
- Niza, el 19 de noviembre de 2015, a las 4:30 am. Varios miembros de una unidad de élite de la Policía Nacional hacen explotar la puerta del departamento de una pareja de tunecinos. La explosión hiere en la cabeza y cuello a la hija de 6 años de la pareja. Minutos después, los policías se retiran del lugar con las manos vacías: se habían confundido de dirección.
- 22 de noviembre. Poco antes de media noche en Seine Saint Denis. La Policía rompe la puerta del departamento de un hombre con barba y recientemente convertido al Islam. La Policía destruye el departamento y se va sin decir una palabra.
- El 8 de diciembre de 2015, el ministro del Interior, reconoce un "malentendido" y anula el arresto domiciliario de un padre de familia que había sido denunciado por su antiguo empleador, un gerente de una estación 'tratamiento de agua en Aix-en-Provence. Él tuvo que ir cuatro veces por día a la estación de policía para demostrar que era inocente. Después de la intervención y búsqueda en su casa, la Policía estaba preocupada "¿Quién es este barbudo?" se preguntaban delante de un grabado de Leonardo da Vinci.
Estos son solo algunos de los casos que Le Monde Diplomatique reseñó a inicios de este año. Aunque el último caso pueda parecer hilarante, lo cierto es que esconde un grave peligro: el rechazo contra todo aquel que sea extranjero y musulmán.
¿Vale la pena prolongar el estado de emergencia otros tres meses?
El Presidente de Francia, François Hollande, ya ha anunciado que el estado de emergencia, que dota de poderes excepcionales a las fuerzas del orden, durará otros tres meses. Sin embargo, esta medida más allá de pasar por alto a las instancias judiciales no parece haber sido realmente útil. Es cierto que es imposible vivir en un estado completamente seguro, con un grado cero de amenazas, creer eso es una falacia y vivir en una fantasía. Pero por otro lado, si un atentado como el del 14 de julio que aparentemente no fue coordinado directamente por DAESH sino que fue la respuesta espontánea a un llamado anterior, llama aún más la atención. Si el estado de emergencia no puede controlar el arranque de un delincuente, ni reaccionar a tiempo para evitar casi 100 muertes, entonces de qué sirve.
Al día siguiente del atentado, RPP se comunicó conmigo para saber cómo estaban las cosas en Francia y cuál era el sentir de las personas. Aquí una de las respuestas que me dio una de las personas con las que conversé:
No estoy impresionado y creo que los demás franceses tampoco. De hecho esto no ha tenido el mismo impacto que el atentado del 13 de noviembre. Yo creo que de cierta manera nos acostumbramos a la emergencia y a los atentados. Sabemos que puede pasar y que va a pasar, como en Israel. Tal vez eso es lo más triste, el acostumbrarse.
Escrito por
Periodista clásica. Leo, investigo, escribo y, como no puede ser de otra manera, me involucro. Ahora en París, ayer en Lima.