Las imágenes de la madre Teresa de Calcuta han estado asociadas siempre a adjetivos llenos de admiración por su entrega y trabajo al lado de las personas más necesitadas. Sin embargo, hoy que su nombre e imagen regresan a los titulares, esta vez acompañados de la santidad, cabe preguntarse si sus acciones realmente le merecen el título de "santa" o si tal vez el "santa mediática", como utilizó Le Monde Diplomatique en 1996, sea el adjetivo que mejor la describa.

No al divorcio para los pobres. Sí al divorcio para la realeza.

En noviembre de 1995, el pueblo irlandés debía decidir si se aprobaba el derecho al divorcio o no. Hasta ese momento, Irlanda era el único país de Europa donde el divorcio no estaba permitido. La madre Teresa de Calcuta que no era irlandesa sino de Albania, llamó al pueblo a votar por el "No". Al final, el resultado fue muy apretado y ganó el "Sí" con 50. 3% de votos. 

Hasta allí, no hay nada raro. Uno podría pensar que es lógico que una persona religiosa se oponga al fin del matrimonio. Sin embargo, unos meses después, en abril de 1996, ella fue entrevistada por la revista The Ladies Home Journal y allí se le preguntó por el caso de Lady Diana y su separación con el Príncipe Carlos de Inglaterra. 

Está bien que se termine. Ninguno de los dos era feliz con esa relación 

Mientras que para la gran masa, el matrimonio no debía terminarse se fuera feliz o no. Cuando se trataba de la realeza, la situación era distinta. Pero, digamos que lo anterior es algo leve. Veamos qué otros hechos sucedieron la vida de Teresa de Calcuta y que no fueron recordados por la prensa.

De dictadores y estafadores

En 1981, ella visitó Haití para aceptar el reconocimiento de la Legión de Honor, la más alta distinción que este país podía otorgar. Ella recibió este reconocimiento de manos de la familia Duvalier y a continuación dio un discurso emotivo de agradecimiento diciendo no solamente que el dictador Jean Claude Duvalier, conocido como Bebé Doc, y su esposa Michèle "amaban a los pobres" sino que eran "adorados por ellos".

Algunos años después, en 1990, la madre Teresa visitó Albania, país donde nacieron sus padres. Allí, ella dejó una corona de flores en la tumba del último dirigente estalinista Enver Hoxha quien inició uno de los regímenes más represivos que hubo en los Balcanes. Hizo lo mismo en la ciudad de Tirana, al pie de un monumento hecho " a la gloria de la Gran Albania" que comprendía el Kosovo (región de Serbia), la zone oriental de Macedonia y la región sur de Epiro, al norte de Grecia. Después de ese hecho, muchos albaneses se mostraron sorprendidos de verla al costado de la viuda del último dictador del país sin decir una palabra de las violaciones de derechos humanos cometidos en ese país.

En 1992, la madre Teresa tomó parte en el proceso judicial contra Charles Keating, uno de los más grandes estafadores de la historia financiera de los Estados Unidos. Sus fraudes a pequeñas cajas de ahorros hicieron que amasara la fortuna de 252 millones de dólares. Pero Keating tenía un lado positivo para la madre Teresa de Calcuta, unos años antes había liderado una campaña contra la pornografía y le había ofrecido la nada despreciable suma de 1 millón 250 mil dólares así como el uso de su avión privado. 

A manera de agradecimiento, la madre Teresa intervino en el proceso judicial, envió una carta pidiendo clemencia al tribunal por un hombre " que hizo mucho por ayudar a los pobres". Uno de los procuradores que veía el caso envió una carta de respuesta pidiéndole a la madre Teresa que devuelva el dinero proveniente de robos que Keating le había dado. Ella rechazó el pedido. 

La Madre Teresa siempre ha sido ostentosa en la elección de sus benefactores, quienes han sido a la vez ricos, autoritarios y sin escrúpulos. Algunos de sus defensores dicen que Jesús mismo estuvo mal rodeado. A pesar de ello, podemos decir que el apoyo de un público escéptico y materialista sigue creyendo, a pesar de todo,  que la Madre Teresa es en sí misma una especie de... pequeño milagro