No solo la mayor parte de países del mundo y de la sociedad civil se muestran a favor cambiar nuestros hábitos de vida para tener un entorno menos contaminados, ahora las industrias también están promoviendo modelos más ecosostenibles. 

Uno de los principales retos de la industria automotriz era la venta masiva de autos híbridos o eléctricos para reducir la gran cantidad vehicular que producen actualmente los autos que funcionan con combustibles fósiles.

Sin embargo, esto suponía dos problemas: la construcción de autos eléctricos a bajo costo y la proliferación de puestos de carga para dichos autos.

El primero de los puntos ha ido desarrollándose gracias a diferentes empresas como Renault que, durante el último Paris Motor Show, han presentado modelos baratos y que pueden viajar hasta 400 kilómetros sin necesidad de recargarse.

Pero el gran reto seguía siendo el segundo punto porque actualmente la gran mayoría de países tiene un déficit alto de estaciones de recargas. Este problema capital comenzó a encontrar algunos aliados en países como Inglaterra, donde Shell aseguró que a partir del 2017 los conductores podrían recargar en sus estaciones sus autos eléctricos.

No obstante, esta iniciativa seguía siendo pequeña si se quería garantizar la proliferación de los autos eléctricos en los próximos años. Por ello, la Unión Europea ha aprobado el borrador de lo que podría ser un mandato para que todas las casas nuevas o reconstruidas a partir del 2019 tengan también una estación de cargadores de autos eléctricos.

Según The Guardian, esta medida sería votada en el mes de diciembre y de ser aprobada sería la transición hacia una nueva era en la que eventualmente todos los ciudadanos usen solo autos eléctricos en las pistas.

“A su vez podría abrir la puerta a un mundo futurista en el que los autos usen suministro de energía de Europa en todo momento del día y de la noche, un buen equilibrio entre los déficit de las energías renovables intermitentes que a veces no funcionan cuando el sol no brilla o cuando el viento no sopla”.

La industria automovilística se ha mostrado contenta con esta iniciativa porque reconoció que uno de los problemas actuales de los conductores de autos eléctricos es encontrar puestos de recarga.

"Este tipo de estímulo del mercado no es sólo positivo, sino que es obligatorio si queremos ver un despliegue masivo de vehículos eléctricos en el futuro cercano", dijo Guillaume Berthier, director de ventas y comercialización de vehículos eléctricos de Renault.

Esta iniciativa tiene especial interés en países como Noruega y Holanda que han anunciado que todos los vehículos que utilicen energía diésel tendrán que desaparecer en el 2025. Alemania también ha asegurado que para el 2030 solo aceptarán autos que no contaminen el medio ambiente.

Siendo Lima una de las ciudades con mayor contaminación vehicular, es necesario ver estas iniciativas no como ejemplos lejanos sino como políticas públicas a seguir y promover.