¿Quién es Marine Le Pen, la ‘versión francesa de Trump’ que puede convertirse en presidenta de Francia?
Su discurso político está centrado contra los inmigrantes, contra los derechos LTGBI y quiere sacar a Francia de la Unión Europea.
Antes de que Estados Unidos sea golpeado por la ola de conservadurismo que sacude el mundo, Europa ya había sufrido los primeros embates: Reino Unido y el Brexit, Polonia y los utraconservadores, Hungría y su presidente antisemita. Ahora podría ser el turno de Marine Le Pen en Francia.
Pero, ¿quién es Marine Le Pen? Es la hija del político francés Jean-Marie Le Pen, una de las figuras más notorias de la extrema derecha francesa. El padre suele expresarse públicamente contra los judíos, contra los inmigrantes, contra las personas LTGBI, contra el matrimonio homosexual y contra la Unión Europea.
Por irónico que suene, Jean-Marie Le Pen es también representante del Parlamento Europeo, una institución en la que no cree, pero de la que saca provecho económico y política. Gracias a su posición de parlamentario ha logrado amplia cobertura mediática y política y ha recibido también un sueldo cuantioso.
Su hija, Marine Le Pen, siguió el mismo camino político. Se convirtió en parlamentaria europea y desde ese peldaño recogió el legado oscuro de su padre y lideró su partido, el Frente Nacional. Ahora ella intenta conseguir lo que su padre no pudo nunca: la presidencia de Francia.
Sin embargo, para masificar su partido Marine Le Pen se distanció del discurso de su padre y eliminó las peroratas antisemitas. Debido a esta decisión, los enfrentamientos mediáticos entre los dos han sido tan grandes que Marine Le Pen decidió expulsar del Frente Nacional a su padre, el verdadero fundador del partido.
Las promesas de Marine Le Pen y del Frente Nacional
Las promesas políticas de Marine Le Pen y de su partido de extrema derecha Frente Nacional se centran según su programa político en:
- Reducir la entrada de inmigrantes legales de 200 mil a 10 mil.
- Expulsar a los inmigrantes ilegales.
- Eliminación de la “reagrupación familiar”, para que los extranjeros no pueden traer a sus familias.
- Reducir drásticamente el número de personas asiladas.
- Salir de la Unión Europea y olvidar el euro como moneda en Francia.
- Obligar a que todas las empresas contraten primero a un francés que a un extranjero.
- Crear el delito de “racismo antifrancés”, para castigar severamente los delitos que tengan como motivación el rechazo hacia los franceses.
- Reafirmación de los “valores franceses” y rechazo contra el “multiculturalismo anglosajón”.
- Supresión del “derecho de suelo” para adquirir la nacionalidad francesa porque “ser francés es un honor”. La nacionalidad francesa se entregará bajo “condiciones estrictas” como una presencia larga en el territorio francés, dominio de la lengua y prueba de asimilación.
- La doble nacionalidad no será aceptada en Francia a menos que uno de los padres sea de la Unión Europea. Para los otros casos, los padres deberán elegir una sola nacionalidad.
A diferencia de su padre, Marine Le Pen es considerada una política moderada del Frente Nacional, un partido en el que incluso militaban pro-nazis.
Las posibilidades de que la política francesa llegue a la Presidencia de Francia no son nada descabelladas. El año pasado hubiera arrasado en las elecciones regionales si es que la derecha (Partido Republicano) y la izquierda (Partido Socialista) no se hubiesen aliado a última hora para evitar su triunfo.
Al igual que con el caso de Donald Trump, el partido de Marine Le Pen se sitúa como una opción diferente a los dos partidos hegemónicos, que están severamente desacreditados. El Frente Nacional ha sabido redireccionar ese descontento, sumarlo al voto conservador (antimatrimonio gay, derechos LTGBI) y combinarlo con el discurso antinmigrante. Ese cóctel populista podría darle la victoria a Marine Le Pen en el 2017.
Escrito por
Periodista clásica. Leo, investigo, escribo y, como no puede ser de otra manera, me involucro. Ahora en París, ayer en Lima.