El Arbaeen es una de las festividades religiosas más importantes de los musulmanes chiitas y como cada año sus seguidores se reunieron en la ciudad iraquí de Karbala para conmemorar la festividad. 

Este acto que era rutinario se convirtió así en un reto directo al Estado Islámico que había prohibido la festividad y que había realizado atentados para desanimar a los peregrinos. 

Sin embargo, pese a los atentados que terminaron con la vida de 70 personas, los musulmanes chiitas llegaron a Karbala para conmemorar el asesinato del imán Hussein, nieto del profeta Mahoma y líder histórico chiita que fue asesinado en el año 680.

Los terroristas del Estado Islámico son musulmanes sunitas radicales que detestan y prohíben las tradiciones chiitas e intentan eliminar todas sus festividades religiosas. Por eso, desde hace años atentan contra lugares o festividades como Arbaeen.

Acudir a este peregrinaje es muy peligroso porque el Estado Islámico domina ciertas zonas de Irak, como Mosul, uno de sus últimos bastiones, por lo que puede realizar atentados sin mucha dificultad.

Pese a todo eso, The Independent calcula que entre 17 y 20 millones de musulmanes acudieron a la ciudad iraquí, lo que es considerado un abierto desafío contra el grupo terrorista que se caracteriza por la crueldad de sus asesinatos.

Los musulmanes chiitas también afirmaron que muchas de sus oraciones en esta festividad estaban centradas en pedir la derrota del Estado Islámico y la vuelta a la normalidad.

“Un hombre de 40 años dijo que sus oraciones serían para el grupo Hashed al-Shabbi que tiene miles de hombres desplegados y peleando contra el Estado Islámico”, recoge The Independent.

En la peregrinación también se encontraban familiares de personas que habían sido asesinados por el Estado Islámico por el simple hecho de ser musulmanes chiitas. Ellos también pidieron por la derrota definitiva del Estado Islámico.

“Le pedimos a Dios que nos ayude contra los miembros de Estado Islámico, que nos ayude a liberar Mosul y exigimos a nuestros políticos que recuerdan a la gente que ha sacrificado tanto en esta guerra”, relató otro testimonio.

Todo indica que cada vez el Estado Islámico pierde más poder de persuasión sobre sus víctimas, lo que para los especialistas significa que existe el sentimiento entre los miembros musulmanes de que el Estado Islámico también está perdiendo la guerra.