Hace solo un año la región de Ayacucho se enorgullecía de contar con una presa capaz de almacenar 80 millones de metros cúbicos de agua. Sin embargo, ahora la presa Cuchoquesera solo tiene 2,5 millones de metros cúbicos de agua, el 2% del total, una tragedia que ya está afectando a los ayacuchanos. 

Pero, ¿qué ha pasado en tan poco tiempo para que se registre un cambio tan radical? Todo indica que es consecuencia del cambio climático. La presa Cuchoquesera está ubicada en la zona del Ritipata, distrito de Paras, un lugar que se caracterizaba por sus imponentes nevados.

Ahora la realidad es muy distinta, los nevados son casi la excepción y en su lugar se pueden grandes montañas rocosas totalmente secas. La falta de nieve repercutió en la disminución del pasto en toda la zona, lo que afectó directamente la ganadería.

“No hay pastos frescos para que se alimenten las más de 8 mil cabezas de ganado (entre alpacas, llamas y ovejas) que poseen las 42 familias que habitan esta zona”, cuenta Godofredo Cayllahua, representante de la comunidad de Santa Fe, distrito de Paras.

Sol hay agua para un máximo de tres meses

Un programa de televisión local acudió a la presa Cuchoquesera para comprobar la situación y en el lugar se pudo evidenciar la sequedad de la tierra debido a la desglaciación, lo que está por poner en grave riesgo a la región de Ayacucho.

Debido a la extrema escasez que afronta Ayacucho, las autoridades han decidido dejar de abastecer las necesidades agrícolas de la zona y han comenzado a racionar el consumo humano en todos los distritos.

“Ya se acordó (cerrar) el consumo agrícola y simplemente se está garantizando para el consumo poblacional. Y es preocupante para la región de Ayacucho si no comienza a llover”, Mario Mitma, presidente de la Junta de Usuarios del Distrito de Riego de Ayacucho (Judra).

Todo indica que si no llueve en las próximas semanas la reserva de agua de la presa Cuchoquesera solo podrá proporcionar agua para un máximo de tres meses, según los cálculos los más optimistas, o un mes y medio, según los más pesimistas. Después de eso, las autoridades señalan que se podría crear conflictos en la región por la ausencia de agua.

Si esto llega a pasar la producción de alimentos de procedencia agrícola también se vería afectada por la falta de agua, lo que supondría una escasez de alimentos y un aumento de los precios.

Varias autoridades como Omar Rosel Barrientos aseguraron que el principal problema de la región es que no está preparada para afrontar estos problemas que ocasiona el cambio climático porque las autoridades prefieren invertir más en estructuras pero no existen iniciativas para cuidar las cabeceras de cuenca y tampoco se han sembrado plantas que capten el agua para situaciones de emergencia como estas.