ya acabó su novela

un hombre vestido de papá noel frente a la entrada de belén. foto: el pais.

Si María y José hicieran el viaje de Nazaret a Belén en la actualidad, esto es lo que verían

Campos de refugiados, asentamientos ilegales, muros, puestos de control y atentados en pequeña escala es algo de lo que verían.

Publicado: 2016-12-26

En los países occidentales, sobre todo en aquellos que guardan una influencia cristiana, como el caso del Perú, existen algunos viajes que han marcado la historia. Uno de ellos es el que hicieron María y José desde Nazaret rumbo a Belén, un viaje que es el fundamento de la Navidad cristiana

Dos mil años después, las condiciones de aquel viaje, de aproximadamente 120 kilómetros, han cambiado radicalmente. Ahora, el viajero que salga de Nazaret hacia Belén podrá ver la situación de Israel y Palestina, dos países que marcan la historia moderna de los últimos cincuenta años.

recreación del viaje de maría. foto: national geographic.

Pero, ¿por qué María y José tuvieron que realizar este viaje? Según la ley romana que regía estas tierras, el niño debía ser inscrito en el lugar de origen de sus padres, como ambos descendían de la familia del rey David, les correspondía Belén. Un trayecto que hicieron a pie y que debió durar alrededor de 6 días.

Actualmente se puede hacer dicho recorrido en tan solo dos horas en carro. Sin embargo, a diferencia de hace dos milenios actualmente existen muchos puestos de control que Israel exige para poder pasar por diferentes partes del camino.

El medio Al Jazeera ha recreado el mismo viaje y ha identificado los principales puntos que tendrían que ver los dos viajeros. El primero es desde luego Nazaret, una ciudad que pertenece ahora a Israel, y que está habitada por cristianos y musulmanes en su mayoría.

este es el recorrido que tendrían que hacer los viajeros modernos. imagen: al jazeera.

Luego tendrían que pasar obligatoriamente por Jalamah, un puesto de control que exigiría un permiso de salida y una identificación válida para abandonar territorio israelí y entrar en Cisjordania, una zona que es considerada un “territorio en disputa” entre palestinos e israelíes.

Al pasar este punto, el viajero estaría entrando en la zona ocupada de Palestina luego del Armisticio de 1949 en la guerra con Israel. Según las autoridades israelíes este terreno también es considerado en “disputa”, mientras que los palestinos y gran parte de la comunidad lo consideran como “territorio ocupado”.

Al haber tanta discordancia sobre el territorio los conflictos y atentados a pequeña escala son frecuentes. Por lo que la diferencia entre Israel y esta zona es evidente, sobre todo debido a la militarización de la zona.

militares israelíes patrullan la zona de palestina luego de un conflicto. foto: al jazeera.

El viaje continuaría al pasar por Nablus, la ciudad palestina más grande pero que está completamente rodeada por puestos de control israelí, por lo que entrar en ella o salir es sumamente complicado.

Sin embargo, durante todo este trayecto, a las afueras de Nablus, los viajeros podrán ver alrededor de 550 mil asentamientos impuestos por Israel en lo que se considera el territorio de Palestina. Este acto es internacionalmente criticado y hace poco la ONU pidió detener los asentamientos porque este es uno de los principales problemas que impiden un acuerdo de paz.

María y José tendrían que pasar también por Yitzhar, uno de los asentamientos israelíes, que registran el mayor índice de violencia contra los palestinos, según reporta Al Jazeera. Luego se tendría que pasar otro puesto de control que diariamente tienen que atravesar 20 mil personas.

Después tendrían que ver un campo de refugiados palestino en Qalandiya y a la vez pasar otro puesto de control que es usado diariamente por 60 mil personas. En este trayecto cruzarían por Jerusalén, otro territorio en disputa que también tiene asentamientos y diversos puestos de control.

caricatura que recrea la vida diaria de las pesonas que quieren entrar a belén. imagen: polys.

Finalmente, ambos llegarían a Belén, una ciudad que también tiene puestos de control, pero además tiene un muro en construcción y que, según El País, tiene 18 asentamientos ilegales judíos. Debido a los conflictos ocasionales, las visitas a la ciudad han disminuido a lo largo de los años.

Así que si María y José hiciesen el viaje en nuestros días, verían dos países que llevan en guerra más de cincuenta años, campos de refugiados, territorios ocupados ilegalmente, zonas totalmente militarizados, barreras, muros y puestos de control y, con un poco de mala suerte, atentados en menor o mediana escala.


Escrito por

Dánae Rivadeneyra

Periodista clásica. Leo, investigo, escribo y, como no puede ser de otra manera, me involucro. Ahora en París, ayer en Lima.


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