El gobierno francés ha aprobado una serie de leyes que prohíben la comercialización de algunos objetos de uso cotidiano que contienen plástico y que son uno de los principales factores de la contaminación del planeta, sobre todo del mar y de las playas.  

Esta iniciativa es parte de la decisión de Francia de convertirse en un país que respete y promueva el cuidado del medio ambiente y como parte de su Plan de la Transición Energética.

Francia, territorio libre de bolsas de plásticos

El objeto más usado y por el cual se ha acelerado su prohibición es el de la bolsa de plástico. Considerado como uno de los principales objetos de uso diario, se calcula que alrededor de 8 millones de toneladas al año terminan en el océano.

Por eso, desde el 1 de enero del 2017 ha sido prohibido en todos los supermercados, puntos de venta e incluso en los lugares donde se vendan frutas, verduras o quesos. Solo estarán permitidos las bolsas de papel, de tela o los plásticos gruesos que pueden ser reutilizados varias veces.

El hisopo, uno de los más encontrados en las playas europeas

Otro objeto que está por extinguirse es el hisopo. Desde este año está prohibida su fabricación en Francia y desde el 2020 estará prohibida también la compra de cualquier hisopo que sea hecho de plástico.

El motivo es que en las playas de Europa, el hisopo es uno de los objetos descartables que más se encuentran y por eso ha sido calificado como uno de los elementos marinos más contaminantes. El gobierno ha dado este plazo de tres años para que las empresas puedan producir hisopos biodegradables o se promueva el uso de sprays como limpiadores auditivos.

Los utensilios descartables ya no podrán estar en la mesa

El mismo destino tendrán los utensilios descartables para el consumo de alimentos. Desde el 2020 estará completamente prohibida la venta de vasos, platos, cuchillos, cucharas y tenedores de plástico o de tecnopor por su alto nivel de contaminación.

Solo estarán permitidos aquellos utensilios que hayan sido fabricados con materiales biodegradables o que permitan su reutilización a largo plazo. De esta forma, también se busca eliminar la excesiva cantidad de plástico en la vida humana.

BONUS: No más pesticidas, fungicidas ni insecticidas

Por otro lado, desde este año también queda estrictamente prohibida la venta al público de pesticidas, fungicidas e insecticidas. Solo podrán comprarlo aquellos que demuestran que le darán un uso profesional y no individual.

Además, se prohibió también el uso de estos químicos en los espacios verdes, en los bosques y lugares abiertos al público. Esta medida se adoptó para evitar los riesgos de exposición que suponen para la salud humana y de los animales de compañía.

Para combatir la aparición de plagas e insectos en las plantaciones, el gobierno francés promueve el uso de productos biocontrolados o aquellos calificados como “riesgo mínimo”.