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el precio por persona es de alrededor 5 mil dólares por cinco días. foto: omatakohuntingnamibia.com

¿Cuánto cuesta cazar animales en África? Un "deporte" sin alma y apto solo para ricos

Pese a las graves consecuencias que tiene la caza de animales, esta actividad está lejos de terminar porque mueve millones de dólares.

Publicado: 2017-01-12

Hace unos días el periódico The Times reveló otro de los efectos desastrosos de la caza de animales salvajes en África: el desalojo forzado de tierras ancestrales para convertirlas en campos de caza, un negocio de millones de dólares que sigue siendo legal. 

Según el reporte, decenas de cazadores-recolectores pigmeos de Camerún fueron constantemente hostigados, e incluso algunos de ellos torturados, para dejar las tierras colindantes a una concesión privada que promueve la caza de animales en la zona. Los activistas aseguran que estas medidas se realizaron porque los pigmeos también realizan la caza pero para su propio consumo y en una escala totalmente inferior que la de los cazadores-turistas.

las últimas víctimas del negocio de la caza de animales en el continente africano. foto: the times.

Pero, ¿cuánto cuesta exactamente matar a un animal salvaje y por qué es legal?

mientras el animal sea más raro el precio aumenta considerablemente. foto: omatakohuntingnamibia.com

El precio para este negocio es muy importante porque es el principal motor de las empresas turísticas que realizan safaris de días o semanas solo para matar a un animal. Mientras el animal sea más raro el precio aumenta considerablemente.

Por ejemplo, la empresa African Sky ofrece paquetes de 5 días para inexpertos que cuesta 3 mil 132 dólares por persona. Sin embargo, este precio no contiene el alquiler del arma que cuesta 480 dólares por día. Fuera de esto, debe considerarse los pasajes aéreos, el hotel y la comida.

Hunt in Africa, otra empresa de caza, propone paquetes de caza que cuestan 5 mil 140 dólares por persona por 5 días y que le otorgan el “derecho” a matar tres animales en la zona de Namibia. La empresa Omatako Hunting tiene un paquete similar que cuesta 5 mil 999 por personas pero que vale por 7 días de caza y permite matar hasta 9 animales.

el precio de un elefante es uno de los más caros, pagan alrededor de 30 mil dólares. foto: africanskyhunting.co.za

Sin embargo, si el cazador quiere tener como “trofeo” animales sumamente raros como un elefante grande, un león de melena negra, un hipopótamo o un leopardo. Los precios se venden por unidad y alcanzan los miles de dólares.

Un elefante puede costar hasta 35 mil dólares, dependiendo de su talla y su peso.
Un león entre 26 mil dólares y 35 mil, dependiendo de la rareza y el largor de su melena.
Un cocodrilo grande puede llegar a los 12 mil dólares, mientras que uno pequeño a 8 mil.
Un búfalo vale alrededor de 12 mil 500 dólares.
Un hipopótamo 8 mil dólares.
Y un leopardo 4 mil 700 dólares.

Pese a la enorme crítica que suscita la caza de animales, los gobiernos de África que permiten que esta actividad sea legal aseguran que lo hacen porque los impuestos de este “deporte” permiten la conservación de otras especies. Es decir, cuando una animal muere está pagando el cuidado y la protección de otros animales.

el caso del león cecil fue otra de las muestras que el negocio de la caza no respeta la ley. foto: lemonde.fr

Este argumento ha sido fuertemente criticado por activistas de todo el mundo porque usualmente se cazan animales que están protegidos, como el caso del recordado león Cecil, o porque están desplazando a personas que viven en las cercanías, como el caso de los pigmeos de Camerún. Y por el contrario, cada vez hay más animales en peligro de extinción, sobre todo en África.

Pese a todo, debido a los millones de dólares que generan estas empresas en todo el continente africano, el negocio está muy lejos de terminar. No olvidemos que incluso los hijos de Donald Trump son frecuentes cazadores de animales.


Escrito por

Dánae Rivadeneyra

Periodista clásica. Leo, investigo, escribo y, como no puede ser de otra manera, me involucro. Ahora en París, ayer en Lima.


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