Hasta hace un año la venta del libro Mi lucha de Adolf Hitler era prohibida para los alemanes. Sin embargo, luego de muchas discusiones, se decidió promover su publicación pero acompañada de una edición crítica para que evitar el ascenso del antisemitismo, la xenofobia o el nacionalismo exacerbado. 

En el momento se creía que el libro despertaría un interés general solo al principio y que luego los lectores se desinteresarían por él. Pero ha pasado lo imprevisto. En solo un año se han agotado cinco ediciones y se han vendido 85 mil ejemplares. Ahora acaba de salir la sexta edición y diferentes países han iniciado la traducción de esta versión crítica.

Esta edición es considerablemente diferente al original porque ha sido escrita en dos tomos (por la enorme cantidad de pies de páginas que cuestionan el libro, 3 mil 500 para ser exactos) y porque pesa alrededor de 6 kilos. El precio en promedio ronda los 60 euros en las librerías de Alemania.

¿Quiénes son los que compran las reimpresiones del libro que era prohibido?

Considerado por mucho tiempo como un libro del que ni siquiera se podía hablar en Alemania, la pregunta qué apareció luego del éxito de ventas fue: ¿Quién compra este libro?

El Instituto de historia contemporáneo de Munich pidió a los libreros de todo el país que les faciliten información sobre el perfil de los compradores de este libro y la respuesta fue que los principales compradores son: “apasionados de la historia, profesores, sobre todo jóvenes, con un alto nivel de estudios”. 

Por otro lado, los especialistas informan que esta edición no ha despertado el interés de las personas de extrema derecha, como los neonazis, porque ellos prefieren descargar una versión que circula en internet y que no contiene los aspectos críticos del libro.

Thomas Weber, profesor de Historia y de Asuntos Internacionales en la Universidad de Aberdeen, también afirmó que todo indica que el principal factor del éxito de Mi lucha es básicamente la curiosidad de los lectores.

Según el especialista, el libro despertó tanto interés porque fue categorizado como “prohibido” socialmente y como “ilegal” jurídicamente. Todo esto, le dio la imagen de que era inalcanzable y, de pronto, ya lo podían adquirir en la la librería de su barrio.

De esta forma, se descarta que por el momento exista otro interés en el libro que el de la novedad. Sin embargo, los especialistas dicen que si sigue siendo un éxito de ventas en los próximos años, habrá que replantearse la pregunta una vez más.