Las vidas rotas y las familias separadas por el decreto antiinmigrantes de Donald Trump
En un solo instante el decreto de Donald Trump ha hecho que miles de personas no sepan cuándo volverán a ver a sus familiares cercanos.
Desde que la administración de Donald Trump dio la orden prohibir el ingreso de los ciudadanos de países de mayorías musulmanas como Irán, Siria, Iraq, Somalia, Sudán, Libia y Yemen, varias personas han sufrido un cambio radical en sus vidas.
El medio Al Jazeera, que se especializa en temas del medio oriente, conversó con algunas personas que fueron directamente afectadas por la orden de Trump. Sus testimonios permiten conocer el drama que existe detrás de las fronteras cerradas por el gobierno de Trump.
“No sé cuándo veré a mi madre de nuevo”
Ali es un joven ingeniero de 33 años de nacionalidad estadounidense e iraní que recibe cada año la visita de su madre quien viene desde Teherán, capital de Irán. Sin embargo, luego de enterarse de la decisión de Trump, Ali se quedó perplejo al darse cuenta que podrían pasar años antes de volver a ver de nuevo a su madre.
"Es desconcertante ... Es molestoso para mí, es molestoso para mi esposa y es molestoso para mi familia, ellos viven sus propias vidas, vienen a visitarnos por un corto tiempo y luego se regresan, no representan una amenaza para nadie, no causan daño a nadie, aman la cultura de los Estados Unidos".
Desde hace tres años Ali tiene la ciudadanía estadounidense al haberse casado con una escritora de California llamada Deborah. Sin embargo, si él tampoco puede salir del país porque podría tener problemas para volver a entrar, como muchas personas lo han reportado en los últimos días.
Estudiante de doctorado detenida en el aeropuerto por ser iraní
Otro grupo grande de los afectados son los estudiantes extranjeros que provienen de estos países y que no han podido regresar a terminar los estudios que comenzaron en diferentes universidades de Estados Unidos.
Vahideh Rasekhi es una estudiante de PhD en Lingüística en la Universidad de Nueva York que fue detenida en el aeropuerto luego de que su vuelo aterrizara en suelo estadounidense. Ella junto a otras personas estaban por ser deportadas a Ucrania por las autoridades aeroportuarias. Sin embargo, un amigo le advirtió que un juez de Boston había revocado la decisión de Trump en el Estado, lo que le permitió entrar luego de inmensos trámites.
"La llamé y le dije que hay una orden judicial vigente aquí que impide su expulsión del país, por lo que sólo debe bajar del avión. Ella me dijo: "Nadie me está escuchando. Nadie está prestando atención, todo el mundo es ignorándome"”.
Felizmente, un grupo de abogados que acudieron al aeropuerto para dar asesorías gratuitas pudieron ayudarla junto a un grupo de personas que estaban en la misma situación.
Un pianista que espera a sus padres que viven en Siria
Malek Jandali es un virtuoso pianista de origen sirio que vive desde hace unos años en Estados Unidos y que ha dado diversos conciertos por todo el país y que ahora solo espera con impaciencia que la nueva orden de Donald Trump se retire para que sus padres puedan escapar de Siria.
“Al principio fue repugnante - todos estábamos anticipando esto, pero cuando realmente sucedió se hizo realidad. Cerrar puertas a las personas necesitadas del mundo no es lo que Estados Unidos debe defender como modelo”.
Estas historias son solo algunas de las decenas que han ido conociéndose en los últimos días, personas con visas de residencia o de turismo que, de pronto, son automáticamente arrinconadas en los aeropuertos para evitar su entrada.
El reconocido cineasta iraní Ashgar Frahadi, nominado a un Oscar, es uno de los últimos afectados por la decisión de Donald Trump de impedir el acceso a personas de países musulmanes. El cineasta aseguró que aunque le otorguen un permiso especial no pisará suele estadounidense porque eso sería validar el gobierno de Trump.
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Periodista clásica. Leo, investigo, escribo y, como no puede ser de otra manera, me involucro. Ahora en París, ayer en Lima.