El agua es vida y ya es tiempo de que la valoremos y la usemos con verdadera responsabilidad
Las últimas semanas la escasez de agua nos ha demostrado que debemos cambiar nuestro uso respecto al agua.
Hace solo unos días, el 22 de marzo, se conmemoró el Día Mundial del Agua, una fecha importante que nos recuerda que el ser humano requiere de este elemento para sus necesidades básicas y fundamentales.
Como hemos comprobado en muchas ciudades de nuestro país, la falta de agua puede poner en riesgo nuestra salud y el funcionamiento normal de nuestra sociedad. Por eso, aprender a usarla es nuestra obligación como ciudadanos.
Además, si se tiene en cuenta que el acceso al agua consumible sigue siendo un lujo (alrededor de 8 millones de peruanos no tienen acceso al agua y que en el mundo la cifra llega a los mil millones de personas), entonces comprenderemos por qué su uso responsable es urgente.
“En Perú, entre 7 y 8 millones de peruanos/as aún no tienen agua potable, siendo Lima la ciudad más vulnerable: es la segunda capital en el mundo asentada en un desierto y solo llueve 9 milímetros al año. El río Rímac es el principal proveedor de luz y agua para la población de Lima y Callao, (74.5% de agua) y, al mismo tiempo, es la cuenca más deteriorada en términos ambientales”, afirma un reporte de Oxfam.
En términos hidrológicos, el Perú es una de las regiones más favorecidas del mundo, pero la distribución del agua potable está lejos de ser equitativa. Las zonas de la costa son las principales en tener acceso al agua potable, mientras que la sierra y la selva aún tienen problemas de acceso.
“El Perú es uno de los 20 países más ricos del mundo en agua. Sin embargo, este recurso se encuentra distribuido de manera heterogénea en el territorio y no se ubicada necesariamente en los lugares donde existe una mayor demanda. Así, en nuestro país, la costa peruana concentra más del 70% de la población, pero solo cuenta con el 1.8% del total de agua que se produce”, detalla el mismo informe.
Entonces, ¿cómo usarla adecuadamente?
El agua también puede ser reutilizada. Por ejemplo, si utilizamos agua con la finalidad de hervir algunos vegetales o de lavar algunas frutas, podemos reúsarla para limpiar algunas superficies o para llenar el tanque del inodoro.
En nuestro uso personal también podemos limitar el uso del agua, al lavarnos los dientes podemos emplear un vaso de agua y así evitar que el agua circule por el caño de manera irresponsable. Al momento de bañarse también puede limitarse el tiempo de la ducha o incluso usar un balde para no gastar.
Si se cuenta con un jardín, se debe regar lo mínimo posible porque normalmente es ahí cuando más agua se desperdicia en el uso doméstico. Si no tomamos estos consejos, la escasez de agua podría ser un problema grave mundial de los próximos años.
Escrito por
Periodista clásica. Leo, investigo, escribo y, como no puede ser de otra manera, me involucro. Ahora en París, ayer en Lima.