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la figura de la violación es tan común que aparece en las películas. imagen. on the front line

Violación en tiempos de guerra: ¿Por qué es tan común esta violencia sexual en todas partes del mundo?

Pese a que es un acto condenado y muy antiguo en los conflictos modernos sigue vigente esta práctica violenta.

Publicado: 2017-06-23

Cada 19 de junio se conmemora la Jornada internacional por la eliminación de la violencia sexual en tiempos de conflictos, una fecha que fue ratificada por Naciones Unidas debido al incremento masivo de violaciones en varios conflictos actuales del mundo. 

A lo largo de la historia existen diversos ejemplos de cómo las mujeres han sido usadas como botín de guerra para humillar al enemigo. Sin embargo, fue recién hace dos años que la ONU decidió crear este día para eliminar esta actividad que sigue expandiéndose con el silencio cómplice de muchos países.

¿Por qué la violación se ha vuelto una práctica sistemática?

cuadros que retratan la época antigua también muestra a la mujer como botín de guerra. cuadro: Pietro da Cortona.

Tanto la violación como la violencia sexual son calificadas como “tácticas terroristas y de guerra” por la ONU con el objetivo de degradar y destruir moralmente al otro. En muchos países también se realiza esta actividad como una campaña de “limpieza étnica”, para eliminar la identidad de un pueblo o contaminarla.

Desde luego, este es considerado un delito contra la dignidad humana que puede ser llevado a la justicia por cualquier tribunal internacional. Pero a la vez promueve más los círculos de violencia, lo que representa una amenaza para la paz que se busca durante un conflicto.

Otro factor importante que explica la sistematización de la violación en diferentes conflictos es la idea de la dominación. El violador no solo domina al cuerpo al que está sometiendo, sino a todo lo que representa ese cuerpo: una cultura, una nación, una existencia.

La violación tiene como víctimas principalmente a las mujeres porque ellas son consideradas propiedad de una persona, una etnia o una sociedad. A través de sus cuerpos se posee una de las pertenencias más sagradas para el enemigo.

¿Cómo luchar contra esta práctica?

en perú las mujeres ashaninkas fueron una de las principales víctimas de esta actividad. foto: cvr.

El verdadero reto consiste en esta pregunta. Desde Colombia hasta Yugoslavia, pasando por Ruanda, Congo, Siria o Yemen, se han registrado decenas de casos de mujeres violadas por personas en conflictos y la tendencia no parece disminuir.

La ONU considera que por el momento lo único que se puede hacer es realizar una “diplomacia preventiva” que consolide la paz en territorios en guerra. Sin embargo, esto está lejos de acabar con el problema. Aunque también piden que los países hagan un esfuerzo para garantizar el derecho a la integridad de las personas, el problema sigue siendo que durante un conflicto existen diversos actores que no siguen las mismas líneas que el gobierno de turno.

Una de las medidas más urgentes para erradicar esta actividad es asegurar que los culpables y promotores de violencia sexual sean llevadas a juicios nacionales e internacionales. Solo de esta manera se garantizará la disuasión en futuros conflictos.

En nuestro país, durante el conflicto armado interno, tanto las fuerzas militares, como el grupo terrorista Sendero Luminoso, utilizaron la violación como táctica de guerra. El caso más dramático es el que sufrieron los pueblos asháninkas durante el cautiverio obligado al que fueron sometidos por Sendero Luminoso.

“De las cinco mujeres asesinadas, dos tenían aspecto de haber sido violadas. A dos de ellas les habían cercenado uno de los senos, y a la quinta se le extrajo el feto del vientre”, detalla el informe de la CVR sobre lo sucedido en la matanza de Tahuantinsuyo por parte de los senderistas.

Sin embargo, existen testimonios que aseguran que las fuerzas militares también abusaron de menores de edad en la misma zona. Si un proceso de justicia real no solo las familias vivirán un sentimiento de impotencia y abandono, sino que los perpetradores creerán que esta actividad puede volver a repetirse.


Escrito por

Dánae Rivadeneyra

Periodista clásica. Leo, investigo, escribo y, como no puede ser de otra manera, me involucro. Ahora en París, ayer en Lima.


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