Desde hace unos días Estados Unidos se ha vuelto el foco de la violencia racista luego del asesinato de una mujer por parte de un supremacista blanco en Charlottesville en Virginia, ciudad que albergó a grandes grupos de supremacistas blancos y neonazis. 

Los diversos reportes de los medios, así como entrevistas y testimonios demuestran que los supremacistas blancos son una agrupación importante de Estados Unidos (el Ku Kux Klan es solo una de las más conocidas) que están dispuestos a realizar actos de violencia y de asesinato contra las personas que odian.

Según un reporte que apareció en el New York Times luego que de la masacre de Charleston, en los últimos dieciséis años los supremacistas blancos han asesinado a más personas en Estados Unidos que los musulmanes radicales, denominados yihadistas.

“Desde el 11 de septiembre de 2001, casi el doble de personas ha sido asesinada por los supremacistas blancos, fanáticos antigubernamentales y otros extremistas no musulmanes que por los musulmanes radicales”, dice el reporte del NYT.

Las cifras exactas son 48 asesinatos por extremistas americanos y 26 por los yihadistas. Es decir, el enemigo más letal de los estadounidenses sigue siendo un ciudadano radical, entre ellos los supremacistas blancos.

Esta información fue confirmada por la Policía quien informó que de acuerdo a las denuncias y a los casos que investigan, que los yihadistas no son una gran amenaza para el país como sí los son los radicales americanos.

El catedrático Charles Kurzman de la Universidad de Carolina del Norte, quien realizó una investigación sobre la violencia en Estados Unidos, también confirmó que las fuerzas del orden consideran que la mayor amenaza son los ultraderechistas.

“Las agencias policiales de todo el país nos han dicho que la amenaza de los extremistas musulmanes no es tan grande como la amenaza de los extremistas de derecha", dijo al NYT el especialista Kurzman.

Además, añadió que existe un sentimiento generalizado de que “la amenaza yihadista” ha sido sobreestimada, mientras que la violencia de la ultraderecha ha sido ignorada y subestimada completamente.

Un análisis más detallado del terrorismo interno - término que muchos especialistas ya utilizan-  demuestra que se están multiplicando los casos de ataques violentos y asesinatos liderados por neonazis y supremacistas blancos.

Sin embargo, sin un claro deslinde del presidente Donald Trump las cosas parecen que no mejorarán pronto en Estados Unidos. La tolerancia contra los mensajes de odio y de violencia solo permitirá que estos casos se repliquen, lo que eventualmente provocará otras escenas de muerte.